martes, 29 de diciembre de 2009

ROMERO - Rosmarinus officinalis







NOMBRES CIENTIFICOS:
ROMERO COMUN: Rosmarinus officinalis.
ROMERO RASTRERO: Rosmarinus officinalis postrata.

Rosmarinus officinalis, el romero, es una especie del género Rosmarinus cuyo hábitat natural es la región mediterránea, sur de Europa, norte de África y también Asia Menor.
Se cría en todo tipo de suelos, preferiblemente los áridos, secos y algo arenosos y permeables, adaptándose muy bien a los suelos pobres. Crece en zonas litorales y de montaña baja (laderas y collados), desde la costa hasta 1.500 mnsn. A más altura, da menor rendimiento en la producción de aceite esencial. Forma parte de los matorrales que se desarrollan en los sitios secos y soleados en las zonas de encinar, zonas degradadas por la tala o quema y laderas pedregosas y erosionadas. Florece dos veces al año, en primavera y en otoño.

Es propio de las latitudes mediterráneas, con un aroma muy especial que lo ha convertido en una de las especias indispensables en buena parte de la cocina mediterránea.
Efectivamente, desde siglos esta especia ha acompañado platos y guisos para realzar y aromatizar nuestros mejores platos, al tiempo que también se ha convertido en ingrediente fundamental en panadería y respostería, dando a todo producto en el que se acompaña un toque de aroma y sabor muy peculiar, característico de la cocina mediterránea más tradicional.
Guisos, asados, frutas horneadas, roscos y rosquillas, rosquilletas, dulces de navidad de todas clases, licores, … El romero admite cualquier combinación en la que queramos recrear el sabor a campo, a naturaleza, por lo que está especialmente indicado en aquellos platos que tengan como ingrediente principal la carne de caza o en los que deseemos dar un toque tradicional y campero.
Con esas propiedades culinarias y medicinales no es extraño que el romero haya acompañado a la cultura mediterránea desde hace siglos, extendiéndose por todo el Mundo más allá de dichas propiedades y convirtiéndose en un elemento indispensable en celebraciones y ritos religiosos como símbolo de pureza y suerte.
El romero, un ingrediente indispensable en la cocina mediterránea que va más allá de ese carácter primigenio, ya que está presente en nuestra cultura, nuestras tradiciones civiles y religiosas, cumple funciones medicinales y, sin duda, es también un elemento decorativo que da a nuestras casas un toque visual y aromático sin igual (una buena idea es plantar romero en una maceta de casa. Sólo necesitas una pequeña ramita y, con pocos cuidados, decorará tu hogar y en unos meses tendrás una bella planta que te proporcionará, además, el romero que necesitas para tus platos y decoraciones culinarias).

Desde luego, un pequeño tesoro que nos ha llegado a nuestros días civilización tras civilización y que ofrece múltiples posibilidades en nuestro hogar.

MEDICINAL:
Composición y propiedades: Del romero, se utilizan sobre todo las hojas y a veces las flores. Es una planta muy rica en principios activos que ejercen su acción sobre numerosos órganos. Las hojas y sumidades floridas de romero contienen tanino (un principio amargo), vitamina C, acido rosmarinico, una saponina y el alcaloide rosmaricina (responsable del efecto estimulante). Pero el más importante de sus componentes, aparte una pequeña cantidad de resina, es la esencia de romero, en cantidades variables según la zona de crecimiento y la época de recolección. En general, las hojas la contienen en la proporción de 1,2 a 2 %. Es un líquido incoloro o con un ligero tinte entre amarillo y verdoso, de olor alcanforado y sabor amargo. Esta esencia está formada principalmente por a-pineno, canfeno, cineol, alcanfor de romero, y borneol. Según la época del año en que se obtiene, varía también la composición de la esencia.

Tiene propiedades estimulantes, aperitivas, digestivas y actúa asimismo como colerético y colagogo, esto es, sobre el hígado y la secreción de la vesícula biliar.
Su contenido en aceite esencial le confiere una acción tónica y estimulante sobre el sistema nervioso y circulatorio.
En uso externo es antiséptico, analgésico, cicatrizante y estimulante del cuero cabelludo.

Indicaciones: El consumo de romero, en sus diversas formas, está indicado en caso de agotamiento nervioso, astenia, convalecencias, alteraciones digestivas (aerofagia y flatulencia) y hepáticas, reumatismo, jaquecas, etc. En estos casos se puede tomar romero en infusión antes o después de las comidas.
Por sus propiedades antisépticas, se puede aplicar una decocción de romero sobre las llagas y heridas, que se lavarán un par de veces al día con esta agua, preparada de nuevo cada vez. Luego se cubre la herida con una gasa estéril, que se protege con algodón y una buena venda.

Contraindicaciones: No conviene a personas con gastritis agudas, úlcera gastroduodenal, hepatopatías, epilepsia y Parkinson. Evitar durante el embarazo y la lactancia.

Plantas con las que combina: Se potencian sus propiedades antisépticas y antiinfecciosas si se combina con salvia, equinácea, llantén mayor y tomillo. Para beneficiarse de sus propiedades aperitivas y digestivas se puede tomar en infusión mezclado con lavanda, melisa, cola de caballo; y comparte propiedades coleréticas y colagogas con la bardana y la salvia. Por su caracter estimulante sobre el sistema circulatorio y nervioso se puede componer en infusión con eleuterococo, ginseng, té verde e hipérico.
Aplicado sobre heridas y llagas, para que éstas cicatricen se puede aplicar una decocción de romero combinado con cola de caballo y diente de león.

Formas de presentación:
- Tisana. Es una fórmula estimulante y consiste en mantener una cucharada sopera de sumidades de romero en medio vaso de agua hervida durante toda la noche. Al día siguiente, se cuela y se añade una pizca de miel. Se bebe una taza diaria en ayunas.
- Decocción. Se prepara empleando un 1/4 de litro de agua al que se añaden 40 gramos de sumidad florida, dejándola hervir durante diez minutos. El líquido obtenido se aplica en masajes sobre zonas afectadas por dolores reumáticos, heridas o llagas.
Aplicado repetidamente y con suave masaje sobre el cuero cabelludo, mejora el riego sanguíneo de la zona y favorece el crecimiento del cabello. Se debe aplicar después del champú y se aclara luego con agua. Se emplea asimismo en el lavado de heridas e irrigaciones vaginales.
- Alcohol de romero. Se disuelven 10-20 gramos de esencia en un litro de alcohol de 96º, para aplicar en friegas con el fin de paliar dolores de tipo reumático, neuralgias... A veces aumenta la temperatura de la zona sobre la que se aplica, que puede ir acompañado de un enrojecimiento de la misma.
- Aceite de romero. De uso externo, se prepara disolviendo 20 gramos de esencia de romero en un litro de aceite de oliva. Sus aplicaciones son análogas a las del alcohol de romero.
- Infusión. Se añaden diez gramos de sumidad florida a un litro de agua hervida, dejándolo en contacto durante diez minutos. Posteriormente se filtra, y del líquido que se obtiene se toman hasta dos tazas al día, tanto antes como después de las comidas, con lo que se consigue un efecto carminativo, colerético y colagogo.
- Fresco o seco. Sus hojas se emplean en la cocina para asados, guisos, sofritos, sopas y salsas a los que proporciona un aroma muy particular.

Consejos para su empleo: Si se pretende secar, este proceso se efectúa a la sombra y en lugar bien ventilado, guardándose posteriormente en cajas de cartón o bolsas de papel, pero evitando los tarros de cristal o de plástico. Bien conservado, mantiene todas sus propiedades durante un año.

Aplicaciones mágicas: Es una de las plantas favoritas del saber mágico popular. Se utiliza, tal vez por sus propiedades aromáticas, para purificar y proteger personas y lugares. Antiguamente, se quemaba en las habitaciones de los enfermos, para purificar el ambiente. Al igual que otras labiadas aromáticas, se utiliza para invocar la buena salud y se echa al agua del baño para purificarla. También se dice que fortalece la memoria y que oler su madera con frecuencia conserva la juventud.

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